El patriotismo se cree amor y no lo es. Es una extensión del egoísmo; es una apariencia de amor. Sería muy natural amar a los más próximos, a los más semejantes de nuestros hermanos, a la tierra que nos sustenta y al cielo que nos cobija. Pero eso no es patriotismo, es humanidad. El amor irradia hasta el infinito, como la luz, mientras el patriotismo cesa del otro lado de un monte, de un río. De una raya sobre el papel. El amor une; el patriotismo separa. Un patriotismo que no odiara al extranjero sería amor; un amor que se detiene en la frontera, no es más que odio.
sábado, 25 de octubre de 2008
miércoles, 15 de octubre de 2008
Un poco de La lengua de las Mariposas ...
En la escuela, un alumno ya mayor en comparación con el resto, lee con dificultad el poema «Recuerdo infantil» de Antonio Machado
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
"mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón".
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
"mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón".
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
domingo, 12 de octubre de 2008
miércoles, 8 de octubre de 2008
martes, 7 de octubre de 2008
Dice que no tiene sueño,
que se emborrachó de utopías y ahora necesita viajar lejos de su hoguera
para recuperar trozos de sus guiones rotos.
Dice que no quiere ver a nadie,
porque entre sus cabellos se enredan,
mil astillas que se clavarían en tu reflejo para que fueras de noche a esperarla al balcón más alto de las nubes.
Dice que prefiere bucear en tus sábanas,
porque no tiene sueño,
porque no quiere ver a nadie,
porque eres la única persona que la mira de esa manera.
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