jueves, 22 de mayo de 2008
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Es cuando esa oscuridad se extiende por el pasillo y de pronto se abre una puerta en el espectacular silencio, el miedo rapidamente se apodera y no eres capaz de no hacer nada, eres débil, insignificante tu mirada se pierda, no ves nada, solo algo que te afirma fuerte de la mano, tratas de hablar, pero no eres nada para articular alguna palabra, es inutil, porque sabes que el miedo se genera en el centro de tu mente y es ahí cuando miles de impulsos nerviosos te dan cuenta de lo que pasa, estas entrando en un sentimineto difícil, complejo y con inevitables vuelcos, el miedo a lo desconocido, ese sentimiento tan extraño que lentamente se va apoderando de cada rincón de tu cuerpo, tu endorfina sube y cuando después de tanto tiempo esa mano ya no es fría, es cálida, acogedora y tierna, ya no sientes miedo, y la oscuridad se dispersa. Con tonos tenues puedes ver algo un poco más concreto, una cuerda envuelve tu cuerpo y te deja caer, pero esa mano jamás te soltará, es algo que ya está en tí y puedes ver finalmente lo que antes no podías .
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