lunes, 19 de mayo de 2008

Entre muertos








Vacía, anduve sin rumbo por la ciudad. Gente extrañas pasaban a mi lado sin verme. Un cuerpo se derritió con un leve susurro al tropezarme. Anduve más y más. No sentía mis pies. Quise cogerlos en mis manos, y no hallé mis manos; quise gritar, y no hallé mi voz. La niebla me envolvía. Me pesaba la vida como un remordimiento; quise arrojarla de mí. Mas era imposible, porque estaba muerta y andaba entre los muertos...

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