Estallan mil imágenes e infinidad de melodías con sucesiones de eslóganes vacios. Alabando sus cuerpos perfectos creéis todas las mentiras que se exponen. Es mejor cerrar los ojos. Cierra los ojos o la realidad angustiosa acabará rodeándote por completo dejándote solo ante mil mecanismos robotizados de cámaras televisivas. Los reality shows te muestran tu vida vacía llenándola de violencia oral, pasatiempos para las horas muertas entre el trabajo y la siesta.
Puedes idolatrarles y vivir en un mundo de ficción, pero contrólate y no te pases de la ralla, no mires más allá de la superficialidad que exponen, quédate solo con eso, debes aspirar a poseer aquello que te muestra tu pantalla. Practica a diario el olvido, el abandono, la indiferencia ante los que no son igual que tu.
Rebusca por la calle lo que encuentras en las películas, en los culebrones, regenera tu cuerpo con productos inéditos y engórdate de pastillas para adelgazar.
No investigues que hacer para encontrar tu verdadera satisfacción personal, no seas altruista, no dudes, no pienses, no indagues. Mírate y recuérdate a ese esqueleto que muestran en las pasarelas. Obsesiónate con los eslóganes publicitarios y ensuéñate paseando por los pasillos de los grandes centros comerciales.
Compra todos esos productos que van a aportarte la felicidad y vive zombie en una vida blanda y vacía. No te cuestiones por qué cada mañana tienes que madrugar, ni cómo lo haces para llegar siempre tan justo a final de mes mientras esas personas que tanto admiras llevan corbata y traje, conducen coches caros, y poseen casas grandes y apartamentos de lujo.
Tu no pienses, que ellxs ya piensan por ti.
jueves, 10 de julio de 2008
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